El Consejo
Nacional Electoral CNE ha establecido los montos correspondientes al gasto
electoral para las elecciones del 2013. Las candidaturas presidenciales no
podrán incurrir en gastos mayores a 1’748.421 dólares
americanos, incluida la candidatura a la relección del actual presidente. Sin
embargo no se establece ninguna regulación en la propaganda estatal en víspera
de elecciones, la misma que está permitida solo con fines “informativos”.
Es interesante también acotar que el CNE ha
indicado que ningún medio de comunicación podrá hacer comentarios públicos
sugiriendo juicios de valor ante una u otra candidatura. Y claro sin embargo la
propaganda estatal (que por su puesto no sugiere ningún juicio de valor) ahora se publicita libremente con el auspicio
del mismo CNE con la aclaratoria final que reza “Publicidad autorizada por el
CNE”.
Por otro lado el gobierno tiene asignado un
monto para publicidad dentro del
presupuesto general del estado que bordea los trecientos millones de dólares. Y
que claro ha venido siendo utilizado desde inicios del año 2012, con mucha
anticipación al inicio de la campaña electoral. Recordemos también que la
campaña electoral oficialmente para todas las candidaturas solo tendrá efecto
entre el 4 de enero y el 14 de febrero del 2013.
De qué proceso democrático podemos hablar,
si existe una alteración intencional que impide una igualdad de condiciones
entre los candidatos de la oposición y el “candidato presidente”. No es posible
que exista un verdadero proceso electoral democrático si la función electoral
representada por el CNE y sus resoluciones están inclinadas a favor del
gobierno de turno. Con el agravante
además de que el CNE tiene la potestad de determinar inclusive que un juicio de
valor no puede ser emitido públicamente, y que peor aún el estado si puede
incurrir en campañas publicitarias “informativas” que favorecen la candidatura
del actual presidente.
PJ
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